Creo que necesito ayuda... ¿o no? No sé. Yo me entiendo.


No les ha pasado que todas las historias de las personas les parecen exageradas y te dedicas a analizarlas fríamente y en un segundo puedes tener la solución en tus manos. Y lo soltamos todo, como si fuéramos psicólogos y no tuviéramos problemas en nuestra vida.
Y vamos de consejeros, sobre todo en asuntos amorosos. Desmenuzando cada palabra y cada problema  sin prepararnos individualmente para cuando nos toque sufrir.
Ahora me pregunto yo: ¿dónde está la Michelle consejera?, 
¿quién me ayuda a mi?, ¿qué pasa cuando soy yo la que se siente sin salida? 
Nada me parece bien y las respuestas y soluciones no son las que yo quiero. 
Y le doy mil vueltas al asunto. Y apenas como, duermo... o canto. 
Tan sencillo para todos pero tan profundo y complicado para mi. Tan lleno de llantos.
¿No se supone que debería conocer las respuestas ya a todo? Veamos:
Hace algún tiempo llegó a mi vida un trozo de mi alma que siempre perteneció a mi pero que el destino lo acababa de poner justo en el centro de mi camino y me impedía mirar para ningún otro sitio.
Apareció como un poco de aire fresco que venía para darme los más profundos suspiros conversación tras conversación, 
segundo tras segundo, 
mirada tras mirada. 
Así apareció él en mi vida. De la nada. De pronto… Sin avisar. 
Y les juro que no estaba preparada pero me enamoré interminable e inexplicablemente 
sin que me importara más nada. 
Y nos dejamos claro que sólo sería un juego, pero todo se fue nublando y parecía algo tan bello, lleno de amor y ternura... 
Pero sí. Solo era un juego.
Aunque, si lo conocieran estoy segura de que hay algo en lo que todos estaríamos de acuerdo: es el hombre más perfecto en la faz de la tierra. Hubieran acabado como yo. Rendida ante sus labios. 
Que conste que ante todo era mi mejor amigo. Eso claro está. Pero pasó el tiempo y nos fundimos en palabras y hasta en deseos.
Lo veía frente a mi y se me iba el alma al cielo... 
Tan hombre, tan alto. Tan serio y tan alegre a la vez. Tan cercano y tan lejano. Tan mío y yo tan de él. 
Era mágico… Lo juro y en esto no miento. La alegría mágica de todos mis días desde el primer beso...
Y pasó el tiempo. 
Y me vio con otros ojos. 
Y yo lo vi con ojos nuevos. 
...Y así mismo como me vio me quiso borrar de momento.
Y ahora qué hago con todo lo que llevo dentro…
¿Cómo se para este tormento? No quiero que salga de mi vida y a la vez es lo que quiero. Pero como mismo llegó. Sin avisar. Sin tropiezos.
¿Qué hago con todo este amor? ¿Se lo devuelvo?
Juro que no hice planes. Repito: era todo un breve juego. Pero algo dentro de mi se inundaba de sueños. Sueños que debo borrar, pero no sé cómo hacerlo. Porque el me impulsaba a amar... era una nube de ensueños. 
Lo siento. No lo culpo. Tal vez la culpa sea mía pero es lo que pienso.
Su recuero me quema el alma. Y si me busca me entrego.
Pero no quiero. Juro que yo no quiero. Yo quiero que se lo lleve algo. Un viento o el tiempo. Que dicen lo cura todo, pero yo aún no lo veo.
Y estoy tan vacía. Y me duele tanto aquí dentro… Porque él se quedó conmigo y él mio no fue nunca… solo a momentos.
Aquí estoy. Aquí vengo. A contarles que me quedé tan sola. Pero tampoco quiero nadie sujetando mi lamento. Porque con él fui Princesa día y  noche, beso a beso, en cada abrazo, en cada encuentro. 
A mi lado no hubo nadie. Ese será mi secreto.
¿Cobarde? No. Nunca. Cobarde él… 
Yo me entiendo.

En realidad no sé ni qué quiero. Creo que quiero que me busque. Que entre rompiendo todo y me secuestre hasta sus llanos de amor y deseo... 
¿O que se vaya? 
No sé. 
¡Sí! Que se vaya.  
Pero como dije antes… como mismo llegó. Ni un recuerdo en mis manos. Ni el más inocente pensamiento. Que se lo lleve todo. Total, se llevó hasta mis llantos y él se me quedó aquí en el centro...
Gracias... pero ni con mil respuestas saldrá su alma de mi cuerpo. Porque fuimos dos en uno. Ese será mi consuelo.

-MichelleVS 
Helmut Newton


Comentarios

Entradas populares